Diseño Toyota
23 Octubre 2022

Papel, lápiz y arcilla: así se diseña un coche Toyota

¿Alguna vez te has preguntado cómo se diseña un coche? ¿Cómo es el proceso creativo del que nacen iconos como Prius o GT86? Del trabajo de los diseñadores de Toyota depende buena parte del éxito de un producto muy sofisticado, en cuya fabricación han trabajado decenas de personas. Pese a todo, a veces, gustar o no gustar depende de unos segundos, los mismos que una persona puede tardar en identificar, en aquello que está viendo, una necesidad.


Dos líneas maestras en cada diseño

El dilema de cualquier diseñador empieza con un folio en blanco. Sin embargo, en Toyota no parten totalmente de cero, hay dos conceptos que marcan el rumbo a la hora de crear un nuevo modelo. Uno de ellos es el llamado “Factor J”, que hace referencia al gen japonés de sus vehículos, y que se concreta en la idea de conectar lo ancestral con lo innovador, lo estructural con la naturaleza, asumiendo ciertas responsabilidades como el respeto por el medio ambiente o la seguridad de las personas.

El otro concepto de base se denomina Vibrant Clarity y alude a la dicotomía emocional-racional. El término vibrant (vibrante) quiere evidenciar tanto el flujo incesante de ideas que supone realizar nuevos diseños, como la energía que desprende cada modelo en sí mismo. Por su parte, clarity (claridad, nitidez) se refiere al reto de ser creativos y prácticos al mismo tiempo: hacer coches atractivos, pero sencillos de usar. Esta idea debutó comercialmente con la primera generación de AYGO, y hoy apuntala el diseño de todos los modelos de la marca, incluido el más reciente y revolucionario Toyota C-HR.


Las 5 fases del proceso de creación de un coche

Partiendo de esas dos premisas, comienza un proceso que creación en el que pueden diferenciarse cinco fases:

 

  1. Definición del concepto
  2. Desarrollo de la idea
  3. Desarrollo del color
  4. Creación de un ficticio
  5. Sala decisiva


El proceso comienza con una recolección de ideas y pensamientos sobre los objetivos del desarrollo, de acuerdo al perfil de los potenciales clientes. Para ello, los diseñadores exploran y debaten necesidades y tendencias, hasta que los responsables se sienten plenamente satisfechos con la idea acordada. Ese ‘embrión’ suele concretarse en un primer boceto, que contiene ya potencial de desarrollo.

Partiendo de ese primer boceto, el equipo de diseño moldea digitalmente las formas esbozadas, pasándolas de dos a tres dimensiones. Se trata de un proceso complejo, en el que hay que imaginar un conjunto susceptible de ser construido sin dejar de respetar las ideas originales. En el siguiente paso se busca asociar una paleta de colores al diseño, para dotarlo de carácter.


Se trata de otro proceso en el que un equipo especializado investiga y asigna, en base al propio producto y a las tendencias del momento, una serie de tonos a los elementos del exterior y el interior.


De lo digital al objeto

La primera realización material del diseño es un mock up, una réplica a escala real en tres dimensiones y en arcilla del futuro modelo, un paso imprescindible para entender totalmente cómo ‘funcionan’ las formas y las proporciones apuntadas por la imagen digital en 3D. Para el interior, artesanos muy cualificados utilizan madera, plásticos, metal y otros materiales para crear un modelo a escala real del concepto, de forma que pueda percibirse la sensación de espacio, la accesibilidad de la cabina o la usabilidad de los controles.

Por último, es el momento de que el nuevo diseño salga del círculo de ingenieros y diseñadores de Toyota y sea testado por potenciales clientes y personas ajenas al proyecto. Esto se consigue en la ‘sala de decisión’, un espacio muy amplio cuyo techo descapotable permite entrar la luz natural, de forma que el modelo pueda ser visto desde todos los puntos de vista y en diferentes condiciones (sol, lluvia, noche, etcétera), en solitario o en compañía de otros modelos.


De aquí saldrán los últimos retoques, que darán paso a una presentación en sociedad y una hoja de ruta comercial.


Del concepto al concesionario

Algunos diseños son concebidos única y exclusivamente como prototipos: unidades destinadas a lucir y asombrar en los salones del automóvil u otras citas importantes. Algunas veces se han creado para probar un diseño en relación a una mecánica novedosa, otras para adelantar las líneas y perfiles que tendrán futuros modelos. Así, a lo largo de estos últimos años, Toyota ha sorprendido con la imagen de concept cars como Setsuna, FCV o Ubox.

La mayor parte de estos prototipos no llegan a producirse en serie, pero algunos de los modelos Toyota que circulan por nuestras calles fueron un concept car. Hace más de 20 años se presentaba XW10, seguramente el público no especializado no sepa de que estamos hablando pero fue la semilla de la que creció uno de los emblemas de la marca: Toyota Prius.

Otro prototipo histórico fue el deportivo FT 86, que dio lugar a uno de los iconos de Toyota: GT 86. También se presentó como concept car el Toyota i-ROAD, un como vehículo eléctrico ultracompacto que implicaba una nueva forma de transporte más flexible en entornos urbanos. El prototipo más reciente es el Toyota C-HR Concept: se presentó en el Salón del Automóvil de París de 2014 y ha evolucionado en el miembro más reciente de la familia híbrida: el Toyota C-HR.

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