Toyota Crown

El Toyota Crown, introducido en enero de 1955, ha alcanzado una firme posición como uno de los automóviles japoneses de mayor categoría. Su popularidad es el resultado directo de su calidad superior y de una filosofía de diseño que siempre ha seguido el ritmo de los tiempos.

Diseñada para ser "la berlina más lujosa y prestigiosa del mundo", la séptima generación del Crown salió a la venta en agosto de 1983. El nuevo Crown mantuvo las cuatro variantes de carrocería, que incluían un techo rígido de 4 puertas, una berlina de 4 puertas, una ranchera y una furgoneta, mientras que abandonó la línea de techo rígido de 2 puertas, antaño enormemente popular. Fue con esta generación de modelos cuando el techo duro de 4 puertas asumió una posición dominante que antes había ocupado el sedán de 4 puertas.

Un rasgo característico de la nueva berlina Crown eran sus pilares traseros brillantes y recubiertos de resina, apodados "pilares de cristal". El Station Wagon tenía un techo de dos niveles (con una ventana delantera entre el primero y el segundo), lo que mejoraba la amplitud y utilidad del habitáculo.

En esta época se adoptó por primera vez una cámara cerámica para el motor turbodiésel. En el verano de 1985, Toyota incorporó el primer motor sobrealimentado de Japón a la gama de motores de gasolina de 2 litros del Crown. Las características del chasis incluían un sistema de suspensión trasera independiente de brazo semirremolcado empleado en el modelo Royal Saloon de gama alta. El modelo Royal Saloon G de gama alta también incorporaba un sistema de control electrónico de la estabilidad (ESC) y otros dispositivos electrónicos avanzados.

Al introducir nuevos cambios en el Crown, Toyota se fijó dos objetivos básicos de desarrollo. El primero era proporcionar el confort y el lujo propios de un turismo de primera clase, en consonancia con la excelente reputación del Crown. El segundo, dotar al Toyota Crown de mayores prestaciones para consolidar su posición como berlina de prestigio aceptada internacionalmente.

El Toyota Crown ofrecía todas las cualidades de lujo, fiabilidad, silencio y confort que los compradores habían llegado a esperar del modelo, pero a esta mezcla se añadía un mayor uso de tecnología avanzada que respondía a la preocupación de la gente por el ahorro de energía y la conciencia medioambiental.